18 de diciembre de 2013

ILUSIONES SUPERFICIALES DE LA NAVIDAD



    Casi todas las mujeres tenemos como un interés especial por el cual una no quiere dejar de soñar a pesar de que los años vayan sumándose. Y yo me llevo la palma en eso de fantasear. Tengo una fijación por los anuncios, en especial por los de perfumes, por como las firmas se inventan todo un prototipo de mujer y de forma de vida para que nos imaginemos un olor, y de como se rompen las expectativas que te ha creado el anuncio cuando por fin hueles ese perfume y lo que te viene a la cabeza nada tiene que ver con la fantástica modelo/actriz que hace el anuncio y más bien lo que te viene a la cabeza es la imagen tierna de tu abuela.


     Escucho decir a todo el mundo que a ellos la publicidad no les afecta. Pues a mi si. Tiendo a ser una de esas personas que se psicoanalizan constantemente. Tengo dentro de mi un pequeño Punset que quiere saber de donde vienen todos mis sentimientos, en que momento aparecieron, y como y porque han evolucionado de un modo u otro. Yo le digo a mi marido que todo el mundo hace lo mismo, jajjajajaja, pero el me asegura que no.




     Valentiiiiiiiinaa!!!!!, pero es que es todo tan bonito, su vestido de Valentino, ese pelo despeinado pero extratéjicamente colocado para que le siente de maravilla, a la vez que sea sexy, desenfadada y juvenil. Esa "golfería" encantadoramente divertida que los antiguos intentan apaciguar. Quien no quiere ser Valentina por una noche, e ir a esas fiestas alocadas, pero super pijas, en las que él que menos lleva 5000 euros encima (vestido, zapatos, medias, peluquería, maquillaje...). Pues yo quería ser Valentina y fui a oler el perfume, y la verdad es que no me pareció ni juvenil, ni desenfadado, ni ninguno de esos calificativos que las mujeres adjudicamos a los perfumes y que los hombre rebajan a: huele bien, huele mal, este es muy fuerte o oh!, que olor más raro ¿no?.





     Quien no quiere pasear con Matthew McConaughey, con la esperanza de vivir aunque solo sea un paseo. Y pensar que TOOOODO eso lo consigue una fragancia. Que hasta puedes lograr que te siente igual de bien ese Eye Liner, que para decepción de todas solo una pocas como Scarlett Johansson puede llevar. Este estilo años 50 calcado de la época, y ese recogido que a mi me pondría cara de "antigua" y a ella le sigue quedando tan sexy como cualquier otra prenda, es más como si quiere ir desnuda. Yo pienso que los hombre la miran y no ven ni siquiera que lleva vestido.





     Y quien no quiere pasear un día "normal" con la sofisticación y la piernas de Eva Evangelista. Que si mujer si, que cualquiera se pone el perfume y se patea con tacones y sin perder el estilo las calles de la ciudad!!! Solo necesitas unas gotas de Aura. Y pensar que mientras paseas por la ciudad, por cierto, sin empujones, suene a tu paso Soñar Contigo.






     Cuantísimas cosas puede conseguir un perfume ¿verdad?, y pensar que el jueves iré a Sephora y volveré a probar los tres con la única intención que al menos uno de ellos me encandile lo suficiente como traerlo a casa y toparme, por fin, con la cruda realidad: que no voy a volver a tener la edad de Valentina, que el Eye Liner nunca me sentará como a Escarlett y que lo de las piernas de Eva es mejor pensar que existen la reencarnación y que volvemos a nacer. Eso si, lo de que suene música a mis pasos no voy a perder la ilusión. Por si acaso ;).






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